8 de mayo de 2012

Ensayo Sebastian Bravo


  Ensayo de “Ética para Amador"
    Nombre: Sebastian Bravo

INTRODUCCIÓN

Este Libro llamado Ética para Amador, es definido por su propio autor Fernando Savater como eso, no más que un simple libro, no una especie de manual. Esta escrito por él para su hijo Amador y quizás esa sea una de las razones por la cual ha sido un libro tan difundido por el mundo, es a base de una relación verdadera de padre-hijo, algo universal, lo que todo padre le gustaría inculcar en sus hijo sobre diferentes aspectos de la vida y como desarrollarla.
Comienza y se desarrolla a partir de la diferenciación fundamental del humano del resto de los seres vivos, por su libertad de poder decidir y razonar las consecuencias de sus acciones en un futuro, por eso desde pequeños somos educado para la vida, a reconocer lo “bueno” y lo “malo” sin nunca olvidar que no somos automáticos como los animales, sino que tenemos opciones para escoger. Y culmina con una reflexión: Debemos buscar vivir una vida humanamente buena y eso es reflejado a través del trato que tenemos con las otras personas, puesto que nunca debemos olvidar que por mas diferentes que parezcamos ser con otro, compartimos el ser humanos, por lo que merece tu mismo respeto.
A continuación se presenta un ensayo sobre el libro, compuesto por resúmenes de este con su respectivo análisis, de la manera en que lo hace el autor, se se trataran temas de la vida común a través de los valores universales como libertad, justicia, responsabilidad, respeto, etc.


Resumen

CAPITULO I

DE QUÉ VA LA ÉTICA

En nuestra vida, hay ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Pero, entre todos estos posibles saberes existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. Solemos llamarlo «bueno» a las que nos sientan bien y «malo» en cambio, a las que nos sientan mal. En otras palabras, distinguir lo bueno y lo malo. Sin embargo, a veces las cosas no son tan sencillas, hay elementos que en unos aspectos nos convienen y en otros no, dependiendo de la situación. Como ves, esto de llevar la vida adelante no es tan fácil cuando hay diversos criterios que se oponen en cuanto a cómo vivirla. Valla lió el nuestro, comparado con los animales y la naturaleza, programada para hacer sus actividades, no fallan, no dudan. En cambio nosotros tenemos eso que no permite decir “si” o “no”, eso  que nos hace libres. Claro está que esta libertad no nos hace omnipotentes, ni libre de elegir lo que nos pasa. Para ello existe la capacidad, mientras más tengamos, mejores resultados obtendremos de nuestra libertad. En un conjunto, este saber distinguir lo bueno y lo malo, tomar decisiones, equivocarnos y ser libres, fundamos nuestro arte de vivir o también llamado ética.

CAPÍTULO II

ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

¿Hacemos siempre lo que queremos?, no tanto. A veces las circunstancias nos imponen elegir entre dos opciones preferiríamos no tener que elegir.
Por lo general, uno no se pasa dando vueltas a lo que nos conviene o no hacer. Sin embargo tenemos que reconocer que la mayoría de nuestros actos son casi automáticos. Pero yo quisiera que te preguntes, ¿por qué he hecho lo que hice?
Existen tres motivos que tienes para tus comportamientos:
Uno de ellos es porque yo te mando que lo hagas, llamados órdenes. En otras ocasiones, sueles hacer siempre ese mismo gesto y ya lo repites casi sin pensar, y lo llamaremos costumbres. Y en otros casos la ausencia de motivo lo desencadena, algo que te apetece sin razón, llamados caprichos.
Cada uno de esos motivos inclina tu conducta en una dirección u otra, explica más o menos tus preferencias y a su vez tienen su propio peso y te condicionan a su modo. Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que  se te imponen sin pedirte permiso. En cambio, los caprichos brotan espontáneamente sin que nadie te los mande. Por lo cual es el motivo más libre de uno.

CAPITULO III

HAZ LO QUE QUIERAS

Cuando se es un niño pequeño con poco conocimiento basta con la obediencia. Pero luego hay que hacerse adulto, es decir, capaz de inventar en cierto modo la propia vida. Te recuerdo que las palabras «bueno» y «malo» no sólo se aplican a comportamientos morales, ni siquiera sólo a personas. Se dice, por ejemplo, que Maradona es un futbolista muy bueno, sin que ese calificativo tenga nada  que ver sobre su vida privada. Y digo yo: ¿por qué no intentamos definir del mismo modo lo que se necesita para ser un hombre bueno? No es cosa tan fácil, sin embargo, respecto a los buenos futbolistas, las buenas motos, etc… si lo es. ¿Y sabes por qué no resulta sencillo decir cuándo un ser humano es «bueno» y cuándo no lo es? Porque no sabemos para qué sirven los seres humanos. Se puede ser buen hombre de muchas maneras dependiendo de  las circunstancias Por eso decimos a veces que Fulano es bueno «a su modo». De modo que ya vez que desde fuera no es fácil determinar quién es bueno y quién malo, quién hace lo conveniente y quién no. Habría que estudiar no sólo todas las circunstancias de cada caso, sino hasta las intenciones que mueven a cada uno.

CAPITULO IV

DATE LA BUENA VIDA

No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo. El asunto es serio: no se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien.
La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana. También queremos ser tratados como humanos, porque eso la humanidad depende en buena medida de lo que los unos hacemos con los otros. Me explico: el leopardo viene ya al mundo como leopardo, pero el hombre no nace ya hombre del todo ni nunca llega a serlo si los demás no le ayudan. ¿Por qué? Porque el hombre no es solamente una realidad biológica, natural, sino también una realidad cultural.
Por eso hablar a alguien y escucharle es tratarle como a una persona. Lo más importante de todo esto me parece lo siguiente: que la humanización (lo que nos convierte en humanos) es un proceso recíproco. Para que los demás puedan hacerme humano, tengo yo que hacerles humanos a ellos; si para mí todos son como bestias, yo no seré mejor una bestia tampoco. Por eso darse la buena vida no puede ser algo muy distinto a fin de cuentas de dar la buena vida.

CAPÍTULO V

¡DESPIERTA, BABY!

Está bastante claro lo que queremos, pero no lo está tanto en que consiste eso de «la buena vida». Todos estos quereres son por decirlo así simples, se fijan en un solo aspecto de la realidad: no tienen perspectiva de conjunto. . La muerte es una gran simplificadora: ya que importan muy pocas cosas en ese momento. La vida, en cambio, es siempre complejidad y complicaciones. Si  buscas la gran simpleza no creas que quieres vivir más y mejor sino morirte de una vez.
Un ejemplo: Kane, un multimillonario, obsesionado por conseguir cosas y dinero, trató a la gente como si también fueran cosas. Grave simplificación: la mayor complejidad de la vida es precisamente ésa, que las personas no son cosas. Cuando las tratamos como tales, a la manera en que lo hacía Kane, lo que recibimos de ellos son también cosas: No conseguiremos así ni amistad, ni respeto, ni mucho menos amor.
Yo creo que la condición ética indispensable es la de estar decidido a no vivir de cualquier modo: estar convencido de que no todo da igual aunque antes o después vayamos a morirnos.

CAPÍTULO VI

APARECE PEPITO GRILLO

¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida? Pues no ser imbéciles. No lo confundas con lo que a menudo se llama ser «imbécil», este es el que necesita apoyarse en cosas de fuera, en lo ajeno. Existen diversos tipos de imbecilidad, pero nos centramos en el imbécil moral, contrario  a este es tener conciencia, la conciencia a la imbecilidad: ¿Por qué esta “mal” lo que llamamos «malo»?, ¿por qué debemos evitar el mal?, no es más que por egoísmo. Se llama «egoísta» a quien sólo piensa en sí mismo y no se preocupa por los demás. De acuerdo, pero ¿quién puede ser egoísta sin ser imbécil? La respuesta me parece obvia: el que quiere lo mejor para sí mismo. Y ¿qué es lo mejor? Pues eso que hemos llamado «buena vida», que va ligado como explicamos anteriormente a nuestro derecho más importante: la libertad, tomarla en serio o sea de ser responsable. El tipo responsable es consciente de lo real de su libertad. El que toma decisiones sin que nadie por encima suyo le dé órdenes. Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, me va inventando. Al elegir lo que quiero hacer voy transformándome poco a poco.

CAPÍTULO VII

PONTE EN SU LUGAR

Robinson Crusoe pasea por la isla en la que una inoportuna tormenta le ha confinado. De pronto, se detiene con sobresalto. Allí, en la arena, una marca que va a revolucionar toda su pacífica existencia: la huella de un pie humano.
Aquí empiezan sus problemas éticos. Ya no se trata de sobrevivir, ahora tiene que empezar a vivir humanamente. La ética no se ocupa de cómo alimentarse mejor, etc. sino sobre cómo vivir la vida que transcurre entre humanos.
¿En qué consiste tratar a las personas humanamente? Res­puesta: consiste en que intentes ponerte en su lugar. En una palabra, ponerte en el lugar de otro es tomarle en serio, hacer un esfuerzo de objetividad por ver las cosas como él las ve, Gran parte del difícil arte de ponerse en el lugar del prójimo tiene que ver con eso que desde muy antiguo se llama justicia o sea: a la habilidad y el esfuerzo que debemos hacer cada uno ‑si queremos vivir bien‑ por entender lo que nuestros semejantes pueden esperar de nosotros. Para entender del todo lo que el otro puede esperar de ti no hay más remedio que amarle un poco, y ese pequeño pero importantí­simo amor ninguna ley instituida puede im­ponerlo.

CAPÍTULO VIII

TANTO GUSTO

Cuando la gente habla de «moral» y sobre todo de «inmoralidad», la mayor de las veces el sermón trata de algo referente al sexo. En el sexo, de por sí, no hay nada «inmoral». Somos un cuerpo, sin cuya satisfacción no hay vida buena que valga. El que se avergüenza de las capacidades gozosas de su cuerpo es un bobo.
Desde luego, una de las funciones indudablemente importantes del sexo es la procreación, pero no hay que limitarse a eso, cuanto más se separa el sexo de la simple procreación, menos animal y más humano resulta. Lo que se agazapa en toda esa obsesión sobre la «inmoralidad» sexual no es ni más ni menos que uno de los más viejos temores sociales del hombre: el miedo al placer. ¿Por qué asusta el placer? Supongo que será porque nos gusta demasiado.
¿Cuál es la mayor gratificación que puede darnos algo en la vida? La alegría. El placer es estupendo y deseable cuando sabemos ponerlo al servicio de la alegría, pero no cuando la enturbia. El límite negativo del placer no es el dolor, ni la muerte, sino la alegría: en cuanto empezamos a perderla, seguro que estamos disfrutando con lo que no nos conviene.

CAPÍTULO IX

ELECCIONES GENERALES

¿Por qué tienen tan mala fama los políticos? A fin de cuentas, políticos somos todos, directamente o por representación de otros. ¿De dónde viene su mala fama? Para empezar, ocupan lugares visibles en la sociedad y también privilegiados. sus defectos son más públicos que los de las demás personas. Lo que a ti y a mí nos importa ahora es si la ética y la política tienen mucho que ver y cómo se relacionan. En cuanto a su finalidad, ¿no se trata de vivir bien en los dos casos? La ética como arte de elegir lo que más nos conviene y  la política el organizar lo mejor posible la convivencia social. Cualquiera que tenga la preocupación ética de vivir bien no puede desentenderse olímpicamente de la política.
Quien desee la vida buena para sí mismo, de acuerdo al proyecto ético, tiene también que desear que la comunidad política de los hombres se base en la libertad, la justicia y la asistencia. La democracia moderna ha intentado esas exigencias mínimas que debe cumplir la sociedad política: son los llamados derechos humanos.


Análisis

CAPITULO I

DE QUÉ VA LA ÉTICA

Este capítulo es mi primera impresión del libro, mientras leía solo me daba cuenta de cómo asentía con la cabeza a todo lo señalado por el autor. Muy claro tanto en las ideas como los ejemplos, necesarios para poder entender perfectamente lo que quería decir.
Dos puntos clave en este capítulo para mí fueron: Voluntad y Libertad.
Yo los reúno en un concepto: Razonar, capacidad única de los seres humanos, que nos distingue de los otros seres vivos y nos permite tomar opciones, decidir sobre lo bueno y lo malo, a base de nuestras experiencias previas y educación.
Otra cosa importante que a mi parecer no fue demasiado abarcado fue la familia, principal fuente de sabiduría durante los primeros años de vida, procuradora de entregarte valores y gran parte de la experiencia para luego recapacitar sobre aquello que es bueno y malo. La familia, nuestros primeros lazos sociales, bien nombrados en el ejemplo de Héctor con su hijo y su esposa, quien toma el rol de héroe por defenderla, al igual que las termitas con sus pares.
Este primer capítulo lo resumo en una frase del autor: Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir. A mi parecer una frase clave, que reúne por una parte la libertad de vivir y tener un estilo u arte de vida (ética), pero en un marco de respeto hacia lo que te rodea (familia, sociedad).

CAPÍTULO II

ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

¿Hacemos las cosas porque preferimos hacerlas o porque preferimos hacer eso a realizar otra cosa? Más de alguna vez me he preguntado eso y siempre me había respondido: Es necesario, quizás no siempre para uno, algunas veces para un familiar, amigo, un superior, etc. El autor plantea el ejemplo del capitán y su barco, que abarca por completo la pregunta. ¿Preferirá arrojar el cargamento a afrontar el riesgo? ¿Quiere tirarlo? ¿O lo que de verdad quiere es llegar a puerto con su barco? obviamente eso es lo que más le conviene. Pero dadas las condiciones no puede. Preferiría sin duda no verse en el trance de tener que escoger en la pérdida de sus bienes y la pérdida de su vida. Sin embargo, no queda más remedio y debe decidirse: elegirá lo que quiera más, lo que crea más conveniente.
Un ejemplo que no se compara a nuestros actos cotidianos, pero que si plantea todas las dificultades que se nos plantean a la hora de escoger en situaciones mas apretadas.

CAPITULO III

HAZ LO QUE QUIERAS

Fue un capítulo más difícil de asimilar, pero luego de compactarlo fue el que me ha entregado una mayor certeza hasta ahora. La pregunta ¿Por qué nos cuesta tanto definir a una persona como buena o mala? Sin duda ha pasado por mi cabeza más de alguna vez, pero nunca me había encontrado con una respuesta tan explícita o convencedora como la planteada por Savater. Sin embargo, en mi vida no califico a una persona como buena o mala, solo las veo como aquellas con quien tengo más afinidad y aquellas que no conozco mucho. Pero como es lógico, no es así para todos debido al concepto con el cual comienza este capítulo:
 Libertad, poder decir sí o no, optar, decidir, tener un opinión, algo no muy fácil, ya que siempre pueden tener consecuencias, por lo cual se recomienda pensar dos veces antes de hacerlo, sin embargo como sabemos, no todos lo hacen.
Para concluir unas de las últimas frases con las que termina el capitulo en la que concuerdo totalmente:
 La única regla de la Orden era ésta: «HAZ LO QUE QUIERAS» Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuando tratan con personas honradas, sienten por naturaleza el instinto y estímulo de huir del vicio y acogerse a la virtud. Y es a esto a lo que llaman honor.

CAPITULO IV

DATE LA BUENA VIDA

El autor cuestiona o mejor dicho explica la razón del título del capítulo anterior, con un juego de palabras, pero no muy difícil de entender, todo para dejar en claro que somos libres y hacemos uso de esa libertad siempre, queramos o no, opinión que tiene mucho sentido para mí luego de leer el capítulo.
 “Una cosa es que hagas «lo que quieras» y otra bien distinta que hagas «lo primero que te venga en gana»”. Me sentí identificado con esta frase y luego con su explicación, muchas veces caemos en no reconocer aquello que realmente queremos  con aquello que podemos hacer en el mismo instante.
Por último: La buena vida, debo reconocer que es el primer término del cual realmente me he puesto a pensar conscientemente durante mi vida antes de leer el libro. ¿Qué es la buena vida? No creo poder aportar nuevas ideas al respecto. Pero la buena vida no es solo los placeres y lo mejor de lo mejor, es compartir experiencias con aquellos que tienes los lazos más fuertes, disfrutar, un conjunto de personas que hacen lo que ellos quieren y mientras lo hacen, estimulan la felicidad y la buena vida del otro.

CAPÍTULO V

¡DESPIERTA, BABY!

Este quinto capítulo se centra especialmente en la historia del ciudadano Kane, un ejemplo de lo que diariamente podemos ver en las noticias, gente con dinero que trata de saciar necesidades con poder, comprar cosas, sin querer reconocer que lo que más deseamos a veces, no lo puede comprar ni todo el dinero del mundo como lo es el cariño, confianza y el amor. Yo soy una de aquellas personas que cree que es mucho más necesario y admirable aquella familia humilde y unida siempre, que aquella exitosa que celebran juntos solo en festividades.
A mi parecer ese último deseo del trineo, no se aleja mucho de la opinión del autor, era sin duda uno de los últimos recuerdos de cariño recordados por él, quizás el último recuerdo como ser humano de Kane (si vemos al ser humano como ser social). Me incluyo en esta descripción, como muchos otros que alguna vez pensamos que la buena vida era tener los mejores lápices en el colegio, la mejor consola de videojuegos, cuando en realidad me encontraba discutiendo sobre aquello con la propia respuesta: mis amigos y/o familia.

CAPÍTULO VI

APARECE PEPITO GRILLO

Hasta ahora el capítulo más extenso del libro, trata de varios temas difíciles de unir como lo es la definición y caracterización  del “imbécil” que al parecer te deja con una sensación como diciendo: Pues el mundo está lleno de imbéciles, según la clasificación que da.
Prosigue en su texto hablando sobre el egoísmo, definiéndolo como aquel que desea lo mejor para él, el autor da el ejemplo de Calígula, pero concuerdo con él en que fue un egoísta imbécil, ya que Los únicos sentimientos sinceros que consiguió de parte del prójimo fueron el terror y el odio. Entonces que tiene de egoísta aquel que vivió para infundir miedo, si este solo le trajo problemas a él y ningún beneficio, aquí es donde debió actuar la conciencia o “pepe grillo” como es mencionado tan inteligentemente en el título y poder darse cuenta que para vivir bien hay cosas que solo otros humanos pueden darnos y que son imposibles de robar por la fuerza o los engaños.
Por lo tanto son actitudes irresponsables, no tener conciencia de lo que me hará bien, así como somos libres de escoger, debemos saber que estas decisiones dejaran huella en mi vida y no podre quejarme.
A modo de conclusión una de las últimas frases del capítulo con la cual personalmente me siento que me guio diariamente (aunque claro está que en cosa de gustos, todos somos diferentes): No hagas a los otros lo que no quieras que te hagan a ti" uno de los principios más fundamentales de la ética.


CAPÍTULO VII

PONTE EN SU LUGAR

Partiendo desde el título del capítulo y sus primeras líneas me pude imaginar que se armaría sobre el Ejemplo de Robinson Crusoe, claramente es un problema ético y digno de hacerse tales preguntas. Encontrar en una isla que pensabas vacía, una huella humana. Es algo muy incierto, o sea, otro ser vivo con tus mismas capacidades pero que no puedes predecir sus actitudes, su forma de actuar como lo podemos hacer con la naturaleza, que sigue un rumbo fijo. Quizás patrones en común y básicos nos podemos guiar, a raíz de otras experiencias, pero nada seguro, por lo que supone un problema a mi ética. Por un lado el peligro de que existe la posibilidad de que ese ser sea una amenaza para mí como por otro lado, la necesidad de relacionarme con otros, de vivir humanamente, que irónicamente si no fuese así, también forma una peligro para mi, para mi “buena vida”
Sin duda alguna este capítulo es el que une mas conceptos, como por ejemplo el término “malo” con el de “felicidad” lo cual lo encontré acertado, ¿Quién es el malo? ¿Aquel que trata a otros como enemigos, un desgraciado?, pero por otro lado ¿conoces a alguien malo que sea feliz? Entonces ¿porqué nos preocupamos tanto de señalar quien es malo y quien no?, ¿de marginarlos como si no tuviesen nada en común con nosotros? ¿Acaso no es una persona igual que yo? Deberíamos centrarnos más en promulgar la felicidad, para disminuir a los “desgraciados”, tanto en aquellos que lo “merezcan” y quienes no pues en total somos todos humanos y compartimos esta gran característica.

CAPÍTULO VIII

TANTO GUSTO

Sin duda alguna cuando hablamos de placeres, lo primero que pensamos es en sexo, por el hecho de que es el que la sociedad más lo considera “reservado”, algo que debo admitir que estoy de acuerdo, no sería demasiado agradable que todos anduvieran mostrando sus placeres a la luz del día. Con lo que no estoy de acuerdo al igual que Savater es con una especie de privatización del sentir placer, que algo completamente normal, el problema recae cuando uno abusa del gozo lo cual irremediablemente te aleja de otras cosas.
En cuanto a la alegría, es fundamental y abarca a los opuestos:
El uso del placer me provoca gozo, lo que la mayor de las veces me pone alegre, pero debemos preocuparnos cuando esa alegría la vamos perdiendo y no usamos el placer para alegrarse, sino como un medio de satisfacción automática, como para callar un capricho como por ejemplo: la gula.
Cada uno es el guardián natural de su propia salud, una lección breve y sabia. Disfruta de todo pero a la vez eres responsable de aquello, goza pero trata de no viciarte, eres libre de optar y decidir.

CAPÍTULO IX

ELECCIONES GENERALES

Último capítulo del libro, no me imaginaba que terminaría con este tema: Los políticos, debo admitir que no soy un entendido del tema y no me preocupo mucho por ello, no sé si será por un sentimiento de molestia a quienes gobiernan o simplemente no sea algo que me llame la atención, aunque vivamos regidos por ellos. Creo que al igual que muchas otras personas nos resulta mas fácil decir: Si se preocuparan mas por formar una política o una renovación en el aire en que transmitimos la política quizás mas jóvenes se interesarían por ella, otros pensaran que no es así por el simple hecho que el “poder” debe quedar encerrado dentro de un círculo formado por ellos mismo y por ello no se interesan en llamar la atención nuestra, en fin no va al caso, por mi parte toda aquellas personas casi idénticas que van a realizar su función de políticos por el momento no llaman demasiado mi atención, por lo que no puedo aportar mucho más al capítulo más que asentir en que diariamente convivimos con política, hasta en nuestras pequeñas decisiones las cuales las tomamos a partir de nuestra ética y en la libertad de hacerlo.
«No el Hombre, sino los hombres habitan este planeta. La pluralidad es la ley de la Tierra» No estás solo, forma tu felicidad y buena vida en base a quienes te rodean e imparte y sé parte de la felicidad de alguien más


CONCLUSIÓN

Claramente luego de leer el libro se nota que va tejido por un hilo que solamente puede haber sido fruto de la experiencia de vida de alguien. Quizás por eso no lo define como un manual sino como anécdotas, cosas generales por las cuales en uno u otro momento uno se las pregunta inconscientemente, no siempre dándose una respuesta.
Lo que más me impresiona que luego de hace más de 20 años luego de ser publicado este libro siga causando esta similitud con las personas, el sentimiento de familiaridad con los hechos descritos por el autor, a simple vista uno se da cuenta que no cambiamos muchos los humanos, tenemos nuestros patrones definidos que se repiten una y otra vez por generaciones.
Si nos damos cuenta y fijamos bien, Savater recorre definiendo y casi imperceptible la mayoría de los valores universales, justicia, libertad templanza, etc. dándoles cavidad dentro de conceptos muchos mas generales y por lo cuales les da más importancia, así estos valores entran casi inconscientes a nuestro saber.
Por último y no menos importante debo como futuro profesional, decir que me sentí muy identificado con muchos aspectos del libro, espero poner en práctica tantas cosas por ejemplo: El nunca olvidar que por más diferentes actitudes que tengamos, todos somos humanos y compartimos eso, lo que no nos hace tan diferente.

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