Ensayo individual: “Ética para Amador”
Nombre: Tomás Ignacio
Pino Cruz Curso: 2° año Fonoaudiología
INTRODUCCIÓN
Ética para
Amador es un libro que su autor Fernando Savater le escribe a su hijo Amador. Sus
temas fundamentales son la libertad y cómo es posible llevar una buena vida
entre seres humanos, tomando en cuenta que todos somos iguales y estamos hechos
del mismo material.
Comienza dándonos
a entender que los seres humanos somos distintos a los animales porque somos
capaces de razonar y tenemos la libertad de elegir que hacer en situaciones
determinadas. El hombre tiene el privilegio de elegir que hacer con su vida y es importante que desde pequeño sepa que
cosas están bien y cuales no. Así a medida que vaya creciendo y desarrollándose
va a saber lo que le conviene, a él y a todos. De esta manera puede ser posible
que no se equivoque (que no tiene nada de malo por lo demás) y elija vivir la
vida de la mejor manera posible.
En el presente
ensayo se tratan temas como la ética, la libertad, la justicia, los
sentimientos, la política, la responsabilidad, el sexo, el respeto, el egoísmo,
la avaricia, la ambición, el lenguaje, la tolerancia y en general cosas que son
parte de la vida diaria. Nos enseña como saber llevar y entender estos temas desde
un punto de vista más humano, tomando en cuenta intereses personales y haciendo
los ajenos parte de uno mismo.
SÍNTESIS DE CADA CAPÍTULO
CAPÍTULO
PRIMERO
“De qué va la ética”
Los seres humanos podemos saber algunas cosas y otras
no, dependiendo si son imprescindibles o no para nuestra vida. Lo que nos
conviene lo consideramos como bueno y lo que no, lo consideramos como malo,
pero en algunos casos esas cosas buenas pueden ser malas y las cosas malas en
algunos aspectos pueden ser consideradas como buenas.
Los humanos
tenemos un valor que nos diferencia de los demás animales. La libertad. Ellos
actúan en base a sus instintos y nosotros, si bien es cierto, al igual que
ellos venimos programados por naturaleza (lenguaje, cultura, familia, educación,
etc.), tenemos la capacidad de tomar decisiones y elegir si hacemos algo o no.
Somos libres para responder de una u otra forma, a las situaciones que se nos
presentan en nuestra vida.
Hay una diferencia
muy importante entre libertad que es cuando las cosas dependen de mi voluntad,
pero sé que otras dependen de la voluntad de otros y omnipotencia que es lograr
algo indefectiblemente, a veces se puede y a veces no. Por último, si
viniésemos programados seríamos como un robot, no podríamos tomar decisiones ni
equivocarnos.
CAPÍTULO SEGUNDO
“Órdenes,
costumbres y caprichos”
A veces estamos
obligados a elegir porque las circunstancias nos lo imponen y debemos tomar una
decisión aunque así no lo quisiésemos. La mayoría de nuestros actos eso si, los
hacemos automáticamente porque son parte de nuestra rutina diaria (levantarse,
lavarse los dientes, ducharse, caminar).
A esto surge la pregunta ¿Por qué hago
eso? y es aquí donde entran en juego los motivos que pueden ser órdenes,
costumbres y caprichos. Las órdenes son
mandatos que debemos cumplir ya sea por miedo, confianza, respeto y que son
para nuestro bien, las costumbres son cosas que hacemos sin pensar porque todo
el mundo lo hace. Ambas tienen algo en común: vienen de fuera, se nos imponen
sin pedirnos permiso. Un capricho es algo que nos viene desde dentro, que lo
hacemos porque se nos da la gana.
Depende de la situación en todo caso
(como en una circunstancia extrema de vida o muerte) si obedecemos o no
órdenes. En esos casos las costumbres y caprichos no sirven de mucho porque hay
que actuar acorde a la situación de manera racional y propicia.
CAPÍTULO TERCERO
“Haz lo
que quieras”
Se actúa en base a órdenes, costumbres
y caprichos, pero también podemos actuar independientemente de ellos si lo
consideramos bueno o conveniente.
Cuando se llega a ser adulto, debemos
ser capaces de inventar nuestra propia vida y para ello tenemos que elegir y
tomar decisiones.
Somos libres de pensar una, dos, tres,
cuatro o las veces que sea necesario si la forma en que actuamos es correcta o
incorrecta, buena o mala, moral o inmoral. Es aquí donde surge una gran
interrogante ¿qué es bueno? y ¿qué es malo?. Algunos pueden pensar que alguien bueno es
quien obedece órdenes, pero puede ser que esas órdenes sean consideradas buenas
por algunos y malas por otros, todo esto porque no sabemos para qué sirven los
seres humanos.
Sólo podemos decir que alguien es
bueno en lo que hace como por ejemplo un futbolista o que alguien es bueno a su
modo, es decir, hay muchas formas de ser bueno dependiendo del contexto o la circunstancia.
Sin embargo, al tomar al ser humano como tal, es mucho más difícil determinar
que está bien y que está mal.
CAPÍTULO CUARTO
“Date la
buena vida”
Para saber que hacer con nuestra vida
debemos dejar de lado lo que dicen los demás, y preguntarnos a nosotros mismos.
La libertad es algo inherente a los seres humanos, querámoslo o no somos libres de elegir nuestro camino. Si decidimos
ser esclavos de un tirano o un dictador, también estamos haciendo uso de
nuestra libertad porque habremos elegido no elegir por nosotros mismos.
Sin embargo, no se debe confundir esa
libertad o “haz lo que quieras” con los caprichos, porque éstos últimos son lo
primero que se te viene a la mente y a la hora de elegir un camino hay que
pensarlo muchas veces. De ésta manera establecemos prioridades y podemos saber
que es lo mejor para nosotros.
Debemos vivir la buena vida, sin
preocuparnos por la muerte, ni las cosas de valor materiales. Vivir la buena
vida pero en relación con los demás seres humanos porque todos somos parte de
una cultura y sin ella no existiríamos. Algo más fundamental aún: el lenguaje,
sin él no podríamos comunicarnos, ni establecer relaciones afectivas con los
demás. Es la base para nuestro desarrollo.
CAPÍTULO QUINTO
“¡Despierta,
Baby!”
La buena vida no es algo simple,
abarca muchos aspectos de la vida y por ello no está exenta de complicaciones y
complejidades. Todos queremos darnos la buena vida, pero la pregunta es ¿cómo?.
Algunos pueden creer que se logra acumulando riquezas y obteniendo todo lo que
uno quiere sin importar nada o nadie más, pero en eso no consiste la buena
vida.
De este modo no se consigue amor,
amistad, respeto y todas las cosas que sólo son capaces de dar las personas. La
buena vida se consigue tratando de igual a igual a las demás personas, aunque
ello implique recibir traiciones o abusos por parte de ellas, pero eso no
importa porque logramos algo mucho más importante: defendemos nuestro derecho a
que los demás no nos vean como cosas a nosotros. La conseguimos reflexionando
sobre nuestros actos y precisando el sentido de lo que nos mueve para realizar
esos actos, de ésta manera logramos comprender las complicaciones y
complejidades de lo que es el buen vivir.
CAPÍTULO
SEXTO
“Aparece Pepito grillo”
Nuestra obligación en la vida es no
ser imbéciles. Hay varios tipos de imbéciles y todos ellos se apoyan en cosas
que vienen desde fuera y que no tienen nada que ver con la libertad y la
reflexión propias, por lo tanto, ninguno de ellos logrará obtener la tan
ansiada buena vida. Lo contrario a ser imbécil es ser conciente. Para llegar a
serlo se necesitan cualidades innatas y también depende del esfuerzo y atención
de cada uno.
Debemos ser egoístas, pero sin ser
imbéciles, es decir, querer lo mejor para uno mismo y esforzarse por
conseguirlo. Alguien puede ser egoísta e imbécil al mismo tiempo, si hace mal
uso de su libertad al elegir por ejemplo poder y riquezas, por sobre tener
amigos y relaciones afectivas con las demás personas.
Como somos libres podemos actuar y al
actuar de mala manera sentimos remordimiento. De la misma forma, somos
responsables de nuestros actos independientemente de si son buenos o malos y capaces
de asumir las consecuencias de éstos, somos responsables cuando tomamos decisiones
sin que nadie nos lo ordene.
CAPÍTULO
SÉPTIMO
“Ponte en su lugar”
La ética se ocupa de cómo vivir bien
la vida entre humanos. Por muy parecidos que seamos los hombres eso sí, no está
clara cual es la mejor forma de comportarnos entre nosotros. Adelantarse a las
circunstancias y ver como enemigo a alguien que no conocemos no parece ser el
camino, porque se pierde la posibilidad de ganar su amistad. En cambio, si veo
a al otro como algo que es parte de mí, solo por el hecho de que su humanidad
coincide con la mía parece ser el camino más correcto.
Si se ofrece enemistad lo más probable
es que no se reciba otra cosa que mas enemistad, y quien la ofrece tal vez es porque no ha sido tratado con respeto y amor
o porque se siente desgraciado.
Por último, para tratar a otra persona
humanamente debemos ponernos en su lugar y comprenderle desde dentro, porque
nada de lo que es humano puede parecernos ajeno, de lo contrario no podríamos
ni hablar entre nosotros.
Al ponernos en su lugar tomamos en
cuenta su derecho a ser humano, sus razones y participamos de algún modo en sus
sentimientos y pasiones (gozos, anhelos, dolores, etc.).
CAPÍTULO
OCTAVO
Tanto gusto
Cuando se dice que algo es inmoral,
por lo general se cree que se está hablando de sexo. Esto no es nada más que
pura ignorancia. No puede ser malo o inmoral algo que hace disfrutar a dos
personas y que no daña a nadie.
La función más importante del sexo es
la procreación, la cual requiere de que seamos responsables. Los animales usan
el sexo para procrear, en cambio los humanos aparte de eso somos capaces de
gozarlo y puede producir en nosotros, muchos efectos como por ejemplo el
matrimonio. Mientras más lo separemos de la procreación, más nos alejamos de
los animales y por lo tanto, más humano resulta.
Los puritanos sostienen que siempre
tiene más mérito sufrir que gozar y esto es lo más contrario que puede haber a
la ética. Debemos pasarlo bien mientras la vida nos lo permita y disfrutar de
todos nuestros placeres, sin abusar de ellos. La mayor gratificación o recompensa
que podemos obtener de estos placeres es la alegría. Poner el placer al
servicio de la alegría, es lo que nos hace darnos cuenta de si estamos haciendo
buen uso de nuestros placeres y a esto es lo que se llama templanza.
CAPÍTULO
NOVENO
Elecciones
generales
Los políticos son muy criticados por
las personas: a menudo se les trata de sinvergüenzas, de que no cumplen sus promesas,
que tienen muchos defectos, etc. La verdad es que aquellos que sólo se dedican
a criticar, nos están siendo éticos. Es cierto que hay políticos de todo tipo,
pero también es cierto que el político por el que votamos es muy parecido a
nosotros, con defectos y promesas que quizás no pueda cumplir. En fin, son
personas como nosotros.
La ética y la política es algo que va
de la mano, alguien que practica la ética no puede desentenderse de la
política. Ambas se relacionan con la libertad, pero también tienen sus
diferencias. Lo importante es que son parte de nuestra vida.
Una organización política que valga la
pena defender, tendría que respetar al máximo la libertad humana, en todas sus
facetas. Debería tratar a las personas como personas y de ponerse en el lugar
de los demás, en pocas palabras debe considerar los intereses de todos
(justicia). También, debe simpatizar con los dolores de los demás, ayudar a los
que sufren y a los más desamparados. Por último, es esencial se haya tolerancia
de la diversidad de formas de vida.
ANÁLISIS DESDE LA PERSPECTIVA
INDIVIDUAL DE CADA CAPÍTULO
ANÁLISIS CAPÍTULO PRIMERO
“De
qué va la ética”
Desde mi
perspectiva personal, coincido con el autor en la generalidad de sus
planteamientos respecto de lo que podemos considerar ética. Puedo plantear que
efectivamente para mí los seres humanos estamos
de cierta forma programados o al menos influenciados por la sociedad en
la cual estamos insertos (el lugar físico donde nacemos y nos desarrollamos, la
educación que recibimos, tradiciones religiosas y políticas). Sin embargo,
estas circunstancias o certezas que tenemos en occidente distan mucho de las de
otras culturas, al igual que nosotros seres humanos y lugares donde lo que es
bueno para unos no lo es para otros, aunque todos seamos parte de la especie
humana (por ejemplo, en el medio oriente que un hombre tenga muchas mujeres es
bien visto, pero si una mujer tiene varios hombres lo más probable es que se le
condene morir apedreada).
Estoy de
acuerdo con su concepción en relación a la libertad, entendiendo esta como la
decisión voluntaria frente a hechos y situaciones de nuestra vida en que
siempre tendremos más de una opción acerca de cómo enfrentar cada momento.
Además considero que el planteamiento al que hace alusión el autor frente a como podemos valernos del conocimiento y de la ignorancia de distintas ciencias,
especialmente en el campo de lo profesional, siempre será mejor investigar
bastante en relación a lo que nos concierna desde la perspectiva del trabajo,
para de esta forma tomar las decisiones
acertadas cada vez que sea necesario.
ANÁLISIS CAPÍTULO
SEGUNDO
“Órdenes, costumbres
y caprichos”
Concuerdo
profundamente con el autor del texto sobre sus conceptos de órdenes, costumbres
y caprichos. Creo que las tres son parte importante en mi vida diaria y en la
de todos porque sin ellas no podríamos saber que es lo que está bien o mal, no
tendríamos hábitos, ni haríamos cosas por nosotros mismos, etc.
Creo al igual que
él que siempre estamos obligados a elegir, a cualquier hora y en cada momento,
y cuando actuamos lo hacemos automáticamente porque son cosas que son parte de
la vida diaria. Todos los días hago cosas como levantarme, ducharme, lavarme
los dientes, llegar temprano a la universidad, etc. porque alguien me dice que
lo haga (ahí están las órdenes), me pongo pantalones o duermo porque todo el
mundo lo hace (ahí están mis costumbres) y cosas que hago porque se me da la
gana o porque quiero hacerlo (comerme el lápiz o patear piedras) que serían mis
caprichos.
En cuanto a las situaciones extremas, si hay una vida
de por medio no seguiría órdenes, costumbres ni menos caprichos, simplemente como
dice el autor actuaría de la manera más racional y oportuna posible, todo dependiendo de las
circunstancias.
ANÁLISIS CAPÍTULO
TERCERO
“Haz lo
que quieras”
Coincido realmente
con todo lo que se dice en éste capítulo. Por una parte cuando dice que a veces
se puede actuar independientemente de órdenes, costumbres o caprichos según mi
parecer está muy bien porque si yo lo estimo conveniente puedo no obedecer
órdenes y no seguir costumbres, si no estoy de acuerdo con algo o si considero
que seguirlas va en contra de mis valores.
He tenido que
elegir durante toda mi vida: colegio, universidad, estudiar una carrera, amigos,
actividades de todo tipo, etc. porque tuve la voluntad de hacerlo y mis padres
me lo han permitido, cosa que sigo haciendo hasta el día de hoy. En un futuro cercano o lejano puedo elegir trabajar,
tener familia, conservar a mis amigos, vivir solo etc. porque en ese tiempo
seguramente no voy a depender de nadie y de cierto modo como dice en el libro
tengo que inventar mi propia vida.
Con respecto al
dilema que se presenta sobre lo que es bueno y malo, al igual que el autor creo
que es difícil determinarlo si tomamos en cuenta al ser humano en general. Lo
único que puedo decir es que alguien puede ser bueno es una actividad o área
determinada como por ejemplo Ronaldo y Raúl lo son el fútbol, pero ni siquiera
ellos son considerados buenos en lo que hacen por todos. Con el ser humano con
mayor razón siempre va a haber discrepancias.
ANÁLISIS CAPÍTULO
CUARTO
“Date la
buena vida”
En este
capitulo Fernando Savater nos habla de
darse la buena vida haciendo referencia al menos a tres conceptos relacionados
con esta expresión.
El primero se
relaciona con la libertad de elegir,
pero de elegir en consecuencia y con proyección. A través de un pasaje de la Biblia nos habla un poco
del placer inmediato en contraste con el bienestar de un futuro planificado y
trabajado.
El segundo se
relaciona nuevamente con la diferencia entre los seres humanos y los animales o
cosas, donde le sugiere a su hijo Amador
lo inconveniente de tranzar la relación con las personas por el bienestar
material.
El tercer
concepto se refiere a que las cosas (objetos) son siempre iguales, el ser
humano por su parte, no nace hombre sino que se forma desde su aprendizaje
cultural y emocional. En esta parte hace alusión clara al desarrollo del
lenguaje como herramienta fundamental en las relaciones humanas.
Expuesto lo
anterior puedo decir que Fernando Savater apunta muy específicamente a la forma
en que como futuros profesionales íntegros, deberíamos practicar en nuestro
quehacer diario, teniendo una relación de respeto con nuestros pacientes y demás
personas en general. Cuando habla específicamente del desarrollo del lenguaje
me hace mucho sentido porque de alguna forma sin ser especialista en el tema,
alude a la integralidad de este como una
herramienta fundamental para desarrollar vínculos entre nosotros.
ANÁLISIS CAPÍTULO
QUINTO
“¡Despierta, Baby!”
El buen vivir
es algo bastante complejo de acuerdo a
lo que el autor describe, por mi parte considero que vivir bien pasa, tal como lo
dice, por tratar a los demás como personas y a no ser demasiado ambiciosos. Por
fortuna esto es algo que en mi caso se da creo yo, para esto es fundamental la
familia y las personas de las que nos rodeamos ya que contribuyen en gran
medida a que esto sea así.
Por otra parte
sin duda lo que plantea Savater respecto a la libertad referida a la decisión personal que se debe
tomar en cada situación de la vida, debe estar basada en ambas premisas
anteriores: tratar a las personas lo más humanamente posible y no ambicionar en
exceso. Esto sin caer en términos materiales en la displicencia y en el
conformismo, es decir, debemos tener “las lentejas necesarias” para vivir sin
sobresaltos.
Si lo aplico
en el plano profesional creo que ambas premisas serán bastante útiles para
trabajar al alero del respeto por mis semejantes, actualizando permanentemente
mis conocimientos y procurando dedicarle el tiempo suficiente a mi trabajo para
no pasar necesidades económicas, eso sí
sin descuidar lo fundamental que es hacerlo por vocación y por la
alegría que se siente al ayudar a los demás.
ANÁLISIS CAPÍTULO SEXTO
“Aparece
Pepito grillo”
En este
capítulo se nos habla de la conciencia entendiéndola como la culpa y la
responsabilidad, pero sobre todo como la elección en libertad desde donde
vienen los remordimientos o el orgullo, según sea lo que libremente elijamos. Esto
me hace meditar bastante ya que no lo había mirado desde ese punto de vista
planteado por el autor. Por lo general si hacemos algo “malo” o “vergonzoso”, efectivamente
nos escudamos en “lo hice porque no tuve opción o porque me mandaron“, cuando siempre
tenemos la opción de elegir libremente.
Al verlo desde
el punto de vista personal, asumo que cada acto en la vida tiene sus
consecuencias y toda acción una reacción. Somos responsables de lo que suceda
por las decisiones que tomemos y de las acciones que ejecutemos, esto va a
permitir que nos inventemos y transformemos a nosotros mismos. Tengo la
impresión de que a pesar de lo drástico de los fundamentos que sustentan lo
expuesto por Fernando Savater, es efectivo lo que expone.
”…El
remordimiento es el descontento que sentimos
con nosotros mismos cuando hemos empleado mal la libertad…” y “…Soy conciente hoy más que ayer…” son dos
frases que son muy ciertas.
ANÁLISIS CAPÍTULO
SÉPTIMO
“Ponte
en su lugar”
En el este
capítulo se nos habla de la vida humana y de cómo vivirla bien que es la
especialidad de la ética. Se hace mención a la necesidad que tenemos de
nuestros semejantes ya que todo lo que es humano no nos puede parecer
indiferente. A pesar de que pueda haber personas que piensen de manera
totalmente diferente a la mía, merecen que yo los trate como humanos
simplemente porque lo son y a su vez, esto me permite también ganarme mi
derecho a que ellos me traten humanamente.
También se habla
de la maldad humana entendida como el producto de la desdicha, soledad y amargura
de la persona considerada como mala. Este tipo de persona reproduce un patrón
cultural que le precede, ya que la mayor parte de los aprendizajes sociales los
recogemos de los semejantes que nos rodean (familia, amigos, vecinos, etc.). Ser
malo o actuar maliciosamente es una respuesta hacia un mal trato recibido,
desde esta mirada nadie sería intrínsecamente malo, sin embargo, debo reconocer
que en el plano personal me costaría demasiado actuar con amor ante
seres humanos tan detestables como son por ejemplo los violadores, asesinos y sicópatas.
A mi modo de
ver, si existe una confianza básica que durante nuestra primera infancia
pudimos adquirir gracias a nuestras figuras humanas más cercanas, la tarea de
ponerse en el lugar de los otros y comprender lo que sienten desde dentro, se
hace mucho más fácil.
ANÁLISIS CAPÍTULO OCTAVO
Tanto gusto
El sexo es
algo que se debe disfrutar y que a mi parecer no debe practicarse con
cualquiera. Creo que va de la mano con un sentimiento muy importante que es el
amor, teniendo ambas cosas se llega al
máximo de los placeres
También creo
que no deberíamos avergonzarnos ni llamar inmoral a algo que nos encanta hacer
y que nos puede llevar a alcanzar la mayor alegría de todas según mi parecer:
tener un hijo. Bueno esto siempre y cuando se tenga la responsabilidad y las
condiciones necesarias para traerlo al mundo, además de de poder ofrecerle el
máximo de amor y cariño.
Todo en exceso
hace mal, por lo que estoy de acuerdo con el autor cuando dice que no se debe
abusar de los placeres, entre ellos el sexo y opino que sólo se debe decir que
es inmoral sólo cuando una de la dos personas este de acuerdo y la otra no, en
ese caso si estaría mal o sería inmoral porque se trataría de un abuso sexual.
ANÁLISIS CAPÍTULO NOVENO
Elecciones
generales
En estos tiempos y sobre todo en estos
últimos años, la política ha pasando por un difícil momento, en que muchos (en
su mayoría jóvenes) ni si quiera asisten a votar porque sienten que nadie los
representa. Yo creo que la política es necesaria, también se que ahí dentro hay
personas sinvergüenzas, que sólo les importa el dinero y ellos mismos, pero
también doy fe de que hay personas competentes,
que se “la juegan” por cambiar las cosas y que tratan de no defraudar a los que
libremente votaron por ellos.
Nunca habría pensado que la ética es
algo que tiene que ir de la mano con la política y ahora que lo veo desde ese
punto de vista, creo que ambas tienen mucho en común como por ejemplo que las
dos involucran a la libertad y a las personas.
Creo que es posible alcanzar una
organización política como se describe en el libro, si todos aportamos con un
granito de arena y si los que se dedican sólo a criticar, también pusieran de
su parte. Si todos partimos de la base de que debemos tratarnos como seres
humanos, de que debemos tolerar a los que piensan diferente a nosotros, de que
somos personas y por el hecho de serlo podemos elegir y equivocarnos, de que
debemos respetar la libertad de los demás y de que si somos capaces de
ayudarnos a nosotros mismos y a los que más lo necesitan, me permite soñar que
la realidad se puede cambiar y de que un mundo mejor es posible.
CONCLUSIÓN
La ética nos enseña a vivir bien, pero
a vivir bien no en el sentido de que no nos falte nada, sino que teniendo
buenas relaciones entre nosotros. Esto en conjunto con un gran valor que es la libertad
y otros valores, nos permiten diferenciarnos como especie de los animales y las
cosas, debido a que nosotros podemos elegir si hacemos algo o no.
Debemos tratarnos entre nosotros de la
manera más humanamente posible, no debemos ver a las personas como cosas u
objetos de valor. Con esto lo único que vamos a conseguir es quedarnos solos,
sin amigos y sin nadie que nos respete y valore.
Como seres humanos somos capaces de
ponernos en el lugar del otro y de entender desde dentro a las demás personas,
podemos compartir sus emociones y sentimientos, sus sueños, sus anhelos. Si veo
al otro como algo que es parte de mí, a pesar de que pensemos distinto y seamos
muy diferentes, lo estoy tratando como lo que es, un ser humano igual que yo
con defectos o y virtudes.
Cuando se habla de sexo y política,
son muy variadas las opiniones, lo importante es saber que el primero es algo
bueno que nos permite disfrutar y sentir placer y que no tenemos porque
avergonzarnos de él. Por su parte política es algo que es necesario y que está
muy ligada a la ética, si se logra una organización política ideal, por decirlo
de alguna manera, es posible que se llegue a vivir una buena vida.
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